Las 7 Enfermedades Mortales para la Gerencia Según Deming y Cómo Evitarlas en tu Empresa Alimentaria

Hoy no solo nos dirigimos a los profesionales de calidad, también a las gerencias de las empresas de alimentación.

Como sabrás, el éxito en la gestión de una empresa alimentaria va más allá de cumplir con las certificaciones IFS y BRC.

Es fundamental evitar ciertos errores críticos que pueden dañar la salud organizacional y obstaculizar el crecimiento de tu planta de fabricación.

Basándonos en el trabajo de William Edwards Deming, un referente en la gestión de calidad, queremos compartir contigo las 7 enfermedades mortales para la gerencia y cómo estas pueden afectar a tu negocio, así como las claves para evitarlas.

Falta de constancia en los propósitos

Deming afirmaba que las empresas deben tener un propósito claro y duradero.

Cambiar constantemente los objetivos o perseguir solo beneficios a corto plazo puede desorientar a tu equipo y afectar la calidad de los productos.

En una empresa de alimentación, la constancia en el propósito es crucial para mantener los estándares de seguridad alimentaria.

Una visión a largo plazo orientada a la mejora continua ayudará a sostener tu crecimiento, y garantizará el éxito en auditorías y la satisfacción del cliente.

Cómo evitarlo: Define metas estratégicas claras que no cambien al menor inconveniente y apóyate en OKRs (Objectives and Key Results) para mantener la coherencia y el foco de tu equipo.

Énfasis en las ganancias a corto plazo

Buscar beneficios rápidos puede ser tentador, pero Deming advertía que esto puede comprometer la calidad y la innovación a largo plazo.

En tu industria, donde la seguridad alimentaria es fundamental, sacrificar calidad por reducir costes puede tener consecuencias catastróficas, desde fallos en auditorías hasta retiros de productos.

Cómo evitarlo: Revisa tus indicadores clave (KPIs) para asegurar que estén alineados con una mejora continua. Asegúrate de que las decisiones de inversión y ahorro prioricen la seguridad alimentaria.

Evaluaciones anuales de rendimiento

Deming criticaba la práctica de evaluar anualmente el desempeño individual, pues estas evaluaciones no suelen medir de forma precisa la contribución real al sistema.

Las empresas alimentarias son complejas, y el rendimiento debe verse desde un enfoque sistémico.

Cómo evitarlo: Fomenta la colaboración y evalúa al equipo en función de cómo contribuyen al objetivo común, como mantener las certificaciones y mejorar la seguridad alimentaria. Implementa revisiones continuas y ajustes dinámicos en lugar de evaluaciones anuales.

Movilidad de la gerencia

Cambiar frecuentemente a las personas clave en tu equipo puede generar inestabilidad y falta de enfoque.

En una empresa de alimentación, tanto el gerente como el equipo de calidad son esenciales para mantener la consistencia en los procesos y certificaciones.

Cómo evitarlo: Desarrolla un plan de sucesión sólido y retén el talento que entiende la cultura y los procesos críticos de la planta. Apuesta por la capacitación continua de tu equipo de calidad para que estén siempre alineados con las exigencias del sector.

Gestión basada en cifras visibles

Deming advertía que la gestión solo basada en cifras puede hacer perder de vista aspectos cualitativos clave.

En una planta de fabricación de alimentos, algunas de las variables más importantes, como la seguridad alimentaria o la motivación del equipo, no siempre son fácilmente cuantificables, pero tienen un impacto enorme en la operación y el éxito.

Cómo evitarlo: Complementa tus KPIs con información cualitativa. Escucha las observaciones de tu equipo de calidad y del personal de planta, quienes pueden detectar problemas antes de que se reflejen en los números.

Costes médicos elevados

Deming reconocía que los costes elevados de atención médica en las organizaciones impactan tanto en la productividad como en la calidad de vida de los empleados.

Aunque esto se puede ver más a nivel macro, en tu empresa es vital asegurar un entorno laboral saludable que minimice riesgos y accidentes en la planta, ya que la salud del equipo afecta directamente la producción.

Cómo evitarlo: Invierte en programas de bienestar laboral, formación en ergonomía y medidas preventivas para la salud. La reducción de accidentes y enfermedades laborales mejora el rendimiento y disminuye costos operativos.

Costes excesivos de garantías y responsabilidad

Una gestión deficiente que ignore la calidad de los productos puede generar altos costes en garantías, retiradas y reclamaciones.

Esto es particularmente grave en una empresa alimentaria, donde los fallos en seguridad pueden resultar en sanciones legales o daños irreparables a la reputación.

Cómo evitarlo: Asegúrate de que tu equipo de calidad, liderado por la persona responsable del mismo, esté siempre actualizado en las normativas. Implementa controles preventivos sólidos y auditorías internas para anticiparte a posibles problemas.

Conclusión

Como gerente, evitar estas “enfermedades” no solo te ayudará a mantener el control de tu planta y cumplir con los estándares de seguridad alimentaria, sino que también sentará las bases para un crecimiento sostenible y exitoso. Al aplicar los principios de Deming, puedes asegurar que tu empresa no solo sobreviva en el corto plazo, sino que prospere a largo plazo.

Y tú, ¿qué haces para mantener el control de tu planta?, ¿tienes todos los aspectos clave de tu empresa a un clic de distancia?

Si tienes alguna pregunta o necesitas más orientación sobre cómo implementar estas prácticas en tu empresa, no dudes en contactar con nosotros.

Estamos aquí para ayudarte a garantizar el éxito de tu operación y fortalecer tu sistema de gestión de calidad.

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