Pensamiento contrafáctico y SCAMPER en tu Sistema de Calidad

La semana pasada en nuestro correo semanal hablamos de un tema que llamó mucho la atención entre los profesionales de calidad, el pensamiento contrafáctico, y hoy lo unimos con una técnica de resolución de problemas llamada SCAMPER.

¿Quieres saber cómo te pueden ayudar con tu sistema de calidad?, sigue leyendo

Pensamiento Contrafáctico

El pensamiento contrafáctico, implica imaginar escenarios alternativos a los hechos ocurridos.

Es una herramienta valiosa en una empresa para mejorar la toma de decisiones y la planificación estratégica.

• Primero, evalúa decisiones pasadas, como el lanzamiento de nuevos productos o campañas de marketing, imaginando diferentes resultados si hubieras tomado otras acciones.

Esto ayuda a identificar los factores clave que influyen en el éxito y a mejorar futuras estrategias.

• Segundo, aplica este pensamiento en el análisis de errores, considerando qué cambios podrían haber evitado problemas y utilizando esas lecciones para prevenir fallos futuros.

• Tercero, utiliza escenarios contrafácticos para fomentar la innovación, incentivando a tu equipo a pensar en maneras diferentes de hacer las cosas y a explorar alternativas a las prácticas actuales.

• Por último, emplea este enfoque en la gestión de riesgos, anticipando posibles desafíos y desarrollando planes de contingencia que puedan mitigar el impacto de eventos negativos.

Si nos centramos en el departamento de calidad, el pensamiento contrafáctico es especialmente útil

• Primero, realiza análisis retrospectivos de incidentes de seguridad alimentaria, imaginando diferentes acciones que podrían haber evitado el problema.

Esto puede ayudar a identificar áreas críticas de mejora en los procesos de control de calidad.

• Segundo, aplica este pensamiento en la evaluación de tus protocolos de higiene y seguridad, preguntándote qué podría haber sucedido si ciertos pasos no se hubieran seguido correctamente y ajustando las prácticas en consecuencia.

• Tercero, utiliza escenarios hipotéticos para entrenar al personal, planteando “qué pasaría si” en situaciones de crisis para mejorar su capacidad de respuesta.

• Cuarto, en el desarrollo de nuevos productos, considera posibles contaminaciones y cómo diferentes decisiones en la cadena de producción podrían prevenirlas.

• Finalmente, emplea el pensamiento contrafáctico para evaluar la efectividad de las auditorías internas, imaginando diferentes enfoques que podrían haber detectado problemas antes, y ajusta tus métodos de supervisión para hacerlos más robustos.

Descubriendo SCAMPER

SCAMPER es una metodología de creatividad y resolución de problemas que se utiliza para generar nuevas ideas y mejorar productos, servicios o procesos. Su nombre es un acrónimo que representa siete técnicas de ideación:

1- Sustituir: Cambiar un componente, material o elemento del producto/proceso por otro para ver si se mejora.

2- Combinar: Unir dos o más elementos, ideas o procesos existentes para crear algo nuevo.

3- Adaptar: Modificar o ajustar el producto/proceso existente para que sirva a un propósito diferente o mejore su funcionamiento.

4- Modificar: Cambiar la forma, tamaño, atributos u otras características del producto/proceso para mejorar o innovar.

5- Poner en otro uso: Utilizar el producto/proceso de una manera diferente a la original, encontrando nuevos usos y aplicaciones.

6- Eliminar: Quitar componentes, funciones o pasos innecesarios del producto/proceso para simplificarlo y mejorarlo.

7- Reorganizar: Alterar el orden o disposición del producto/proceso para aumentar la eficiencia o efectividad.

SCAMPER ayuda a pensar de manera estructurada y sistemática, permitiendo a los equipos explorar múltiples perspectivas y posibilidades para innovar y resolver problemas creativamente.

Mezclando pensamiento contrafáctico y SCAMPER

El pensamiento contrafáctico y la metodología SCAMPER (Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Poner en otro uso, Eliminar y Reorganizar) se complementan perfectamente para fomentar la innovación y la mejora continua en una empresa.

Ambos enfoques se centran en la exploración de alternativas y la generación de nuevas ideas:

1- Sustituir: El pensamiento contrafáctico puede ayudarte a imaginar qué hubiera sucedido si hubieras sustituido un componente o proceso, evaluando posibles beneficios y riesgos.

2- Combinar: Imagina escenarios donde combinas elementos o ideas diferentes para generar soluciones innovadoras y evalúa su potencial impacto.

3- Adaptar: Considera cómo adaptaciones alternativas a productos o servicios podrían haber cambiado los resultados, ayudándote a identificar mejoras.

4- Modificar: Reflexiona sobre qué resultados podrían haberse logrado modificando ciertos aspectos de un proyecto, impulsando ajustes estratégicos.

5- Poner en otro uso: Piensa en cómo usos alternativos de tus recursos o productos podrían haber generado nuevas oportunidades de negocio.

6- Eliminar: Evalúa qué habría pasado si hubieras eliminado ciertos pasos o elementos, identificando posibles simplificaciones y eficiencias.

7- Reorganizar: Imagina cómo una reorganización de procesos o estructuras podría haber mejorado la eficiencia o efectividad.

Aplicando el pensamiento contrafáctico dentro de la estructura SCAMPER, puedes enriquecer la creatividad y mejorar la toma de decisiones estratégicas.

Un ejemplo adaptado a Calidad

Veamos un ejemplo concreto de cómo aplicar el pensamiento contrafáctico y la metodología SCAMPER para mejorar la Seguridad Alimentaria de un producto, por ejemplo en una empresa de alimentación que produce yogur.

Contexto: La empresa ha experimentado problemas con la contaminación bacteriana en sus productos y busca mejorar la seguridad alimentaria.

1- Sustituir:

• Pensamiento contrafáctico: ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos utilizado envases más resistentes desde el principio?
• Aplicación SCAMPER: Sustituir los envases actuales por materiales más robustos y herméticos para prevenir la contaminación durante el transporte y almacenamiento.

2- Combinar:

• Pensamiento contrafáctico: ¿Y si hubiéramos combinado nuestras prácticas de higiene con tecnología de sensores desde antes?
• Aplicación SCAMPER: Combinar prácticas de higiene con sensores que monitorean la temperatura y el sellado de los envases en tiempo real para asegurar condiciones óptimas.

3- Adaptar:

• Pensamiento contrafáctico: ¿Qué resultados habríamos obtenido si hubiéramos adaptado nuestros procedimientos de limpieza para ser más frecuentes y rigurosos?
• Aplicación SCAMPER: Adaptar los procedimientos de limpieza, incrementando la frecuencia y rigurosidad de las inspecciones y desinfecciones en la planta de producción.

4- Modificar:

• Pensamiento contrafáctico: ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos modificado la cadena de suministro para reducir el tiempo de transporte?
• Aplicación SCAMPER: Modificar la cadena de suministro para reducir el tiempo de transporte y almacenamiento, minimizando el riesgo de exposición a temperaturas inadecuadas.

5- Poner en otro uso:

• Pensamiento contrafáctico: ¿Qué si hubiéramos promovido el uso de equipos de protección personal (EPP) para todo el personal de la planta desde el principio?
• Aplicación SCAMPER: Poner en otro uso la obligatoriedad de EPP para todos los empleados en la planta, mejorando las barreras contra la contaminación cruzada.

6- Eliminar:

• Pensamiento contrafáctico: ¿Cómo hubiera afectado la eliminación de ingredientes de alto riesgo de contaminación a nuestra seguridad alimentaria?
• Aplicación SCAMPER: Eliminar ingredientes que son más susceptibles a la contaminación bacteriana, reemplazándolos por alternativas más seguras.

7- Reorganizar:

• Pensamiento contrafáctico: ¿Qué efectos hubiera tenido reorganizar nuestras líneas de producción para minimizar el contacto humano?
• Aplicación SCAMPER: Reorganizar las líneas de producción para automatizar procesos críticos, reduciendo la interacción humana directa con el producto y disminuyendo el riesgo de contaminación.

Aplicando el pensamiento contrafáctico junto con SCAMPER, la empresa puede identificar y implementar mejoras significativas en sus procesos de seguridad alimentaria, asegurando un producto más seguro y confiable para sus consumidores.

La imagen que acompaña a este artículo es de DilokaStudio en Freepik

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