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Plan de Mantenimiento en Seguridad Alimentaria

Plan de mantenimiento

Cuando un consumidor compra un alimento da por supuesto de alguna manera que se han cumplido todos los controles en cuanto a higiene, calidad y seguridad. Sin embargo, esto no siempre es obvio o inmediato y quienes trabajamos de una u otra manera en seguridad alimentaria lo sabemos.

El mantenimiento juega un rol fundamental en el cumplimiento del plan de producción, así como en los controles de calidad. Muchas veces se subestima este rol y es aquí donde se generan importantes cuellos de botella además de pérdidas económicas significativas.

Pero, ¿qué es un plan de mantenimiento en seguridad alimentaria?

Un plan de mantenimiento es el diseñado para con el objetivo de prolongar la vida útil de todos los elementos que participan en la producción (instalaciones, locales, equipos, maquinaria) de la manera más rentable posible.

Debe recoger:

  1. Elementos que deben ser objeto de este mantenimiento.
  2. Planificación temporal para la realización del mantenimiento.
  3. Qué acciones se llevan a cabo durante el mantenimiento.
  4. Procedimiento a seguir con cada elemento.
  5. Cómo se comprobará la eficacia del plan.
  6. Quién o quiénes son los responsables de llevar a cabo estas tareas.

Buenas prácticas del plan de mantenimiento en seguridad alimentaria

Inicialmente la gestión del mantenimiento estaba muy focalizada en el área productiva y en los costos: El objetivo era reparar lo que se rompía (mantenimiento correctivo paliativo) e incorporar tecnología que aumentara la producción.

Sin embargo, hoy no basta con esto y es necesario incorporar, además, buenas prácticas de mantenimiento que aseguren la calidad e inocuidad del alimento a lo largo de toda la cadena productiva.

Algunas de las buenas prácticas del plan de mantenimiento, que se incluyen en lo que se considera un “proceso” más, son las siguientes:

  • Mantenimiento preventivo. El concepto es totalmente contrario al de mantenimiento correctivo paliativo. El objetivo debe ser anteponerse al fallo, al problema. Con una planificación efectiva y una asignación racional de recursos, se pueden prever los posibles fallos.
  • Estimación de costes. Un plan completo de mantenimiento preventivo incluye la estimación de costes, entre los que se encuentran los de “no calidad”. Debe medirse el impacto que una falla mecánica, por ejemplo, puede ocasionar en la calidad del alimento y su efecto en la salud del consumidor.
  • Capacitación en el proceso. Las personas que trabajan en el equipo de mantenimiento son integradas a la capacitación acerca del proceso de mantenimiento, y como todo proceso, interactúa de manera directa con el proceso de producción. El personal debe comprender y conocer las características del producto final, y de cómo se llega a dichas características. Por ejemplo, por qué es importante que no exista corrosión en una máquina que está en contacto directo con el alimento.
  • Definición de procedimientos de trabajo conjunto. Con base en que el mantenimiento debe incluir procedimientos de trabajo, la definición de estos debe hacerse de forma integral, lo que implica una intervención activa, especialmente de los sectores productivos y de calidad.

¿Cómo afecta el plan de mantenimiento a la empresa?

Hemos visto que el objetivo del plan de mantenimiento es, en realidad, múltiple: permite reducir costes, permite reducir el impacto que puede producir un fallo en la producción, mantiene el nivel de seguridad y calidad requerida…  Y, por último, para que el plan de mantenimiento cumpla su rol protagonista en la seguridad alimentaria, aporta:

  • Confianza en el equipo. Todos los involucrados deben confiar plenamente en las estrategias definidas. Deben comprender en profundidad y actuar de manera sensible ante todo factor que altere el equilibrio productivo.
  • Confianza en los otros sectores intervinientes. Debe haber un permanente trabajo cooperativo con los otros sectores. La retroalimentación debe provenir de dichos equipos y deben ser insumo vital para la elaboración de procedimientos y planificación de actividades.
  • Motivación. Al igual que sucede con cualquier otro equipo humano de trabajo, las personas dedicadas a tareas de mantenimiento deben sentirse motivadas. No solo están para reparar lo que se rompe, sino que pueden y deben, proponer y promover buenas prácticas de gestión.

¿Sabes cómo mejorar tu plan de mantenimiento?

El plan de mantenimiento, como todo proceso, requiere una serie de registros (fichas de mantenimiento, partes de avería, informes de las actuaciones realizadas, entre otros) que deben estar actualizados y disponibles para todo el personal implicado en los procesos o relacionado con los elementos objeto de mantenimiento o en el momento de una auditoría.

En Qualitus ponemos a tu disposición un sistema en el que puedes digitalizar y centralizar toda la información en un lugar accesible para todos estos actores, estén donde estén. Solicita una Demo y comprueba cómo disponer de un plan de mantenimiento sencillo y eficaz.



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